jueves, 17 de noviembre de 2011

Un Altar a Amy Winehouse

Este año el altar de muertos fue para Amy Winehouse. He estado coleccionando algunas cosas como la calavera de barro, la calavera de papel maché a la que he nombrado Porfirio (como usualmente nombro a mis calaveras) y los platitos con enchiladas, pan y otras delicias.

La mayoría de las cosas las he comprado en pueblos michoacanos y por supuesto que en estos días me apegué a un estricto régimen de desayunar pan de muerto. Le puse a Amy un poco de whiskey, un poco de tequila en botella edición especial Pineda Covalín, una bohemia, pasadores para que se sujete la peluca, un delineador negro, un micrófono y muchas velas. Ojalá le haya gustado. Y ojalá el año que viene el altar sea para alguno de mis perros muertos. No hay necesidad de pretextos para poner un altar.







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